En las primeras horas de esta madrugada, tras un viaje de algo más de ocho meses, la nave Phoenix alcanzaba su destino en la superficie de Marte. El descenso se ha producido en un punto situado a 68 grados de latitud Norte (equivalente aproximadamente al centro de Groenlandia) en Vastitas Borealis, la inmensa llanura de tierras bajas que rodean el Polo Norte de Marte. El principal objeto de esta misión consiste en la búsqueda y estudio del hielo de agua que se encuentra en el subsuelo permanentemente congelado de aquella zona, e investigar los posibles indicios de vida presente o pasada en las muestras de terreno que se extraigan. A tal efecto, la sonda posee un brazo articulado con una pala en su extremo para cavar una zanja bastante profunda en el terreno. Las muestras seran, posteriormente, depositadas en un pequeño, pero completo, laboratorio para su análisis automático. Incluso si no se encontraran rastros de vida, la confirmación de la presencia de grandes cantidades de agua congelada abre enormes perspectivas para una futura presencia humana sobre aquel planeta.
En una de las primeras imágenes enviadas por el Phoenix Mars Lander podemos ver el terreno llano hasta el horizonte.
A simple vista, parece lodo, aunque no lo sea... ¿no es verdad?... ¡claro!... se supone que la foto está tomada desde muy alto.
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