Tras la formación de los principales planetas de nuestro Sistema Solar, quedaron circulando alrededor del Sol innumerables fragmentos de materia, cuyos tamaños variaban desde simples guijarros a cuerpos de decenas e, incluso, centenares de km. En ocasiones, al pasar por las proximidades de los planetas de mayor tamaño, la gravedad de estos modificaba las órbitas de dichos objetos que acababan, en su mayoría, colisionando contra algún planeta. Las huellas de aquellos impactos son bién visibles en las superficies de La Luna, Marte, y los principales satélites de Júpiter y Saturno. Naturalmente, La Tierra no resultó inmune a este bombardeo cósmico y podemos encontrar señales de ello repartidas por todos los continentes. Algunos de estos impactos son conocidos desde hace mucho tiempo, aunque no se supiese con certeza su origen extraterrestre, mientras que otros han sido descubiertos recientemente por los satélites de reconocimiento. Como norma casi general, los impactos de mayores dimensiones suelen ser también los más antiguos. Este es el primero de una serie de artículos sobre cráteres encontrados en la superficie de nuestro planeta.
VREDEFORT DOME: Se encuentra a unos 100 km de Johannesburg, en la República de Suráfica. Esta gigantesca estructura de impacto tiene unos 250 km de diámetro y se le calcula una edad de 2000 millones de años. La ciudad de Vredefort está situada cerca del centro. En la parte Norte se ve el curso del rio Vaal.
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